jueves, 13 de octubre de 2016

HISTERECTOMIA POR LAPAROSCOPIA

La histerectomía es una intervención quirúrgica ginecológica en la que se extirpa el útero de una mujer afectada por alguna patología grave. Ocupa el segundo lugar entre las intervenciones ginecológicas después del parto. Por este motivo, las intervenciones por laparoscopia son los más recomendables en cualquier caso.



Hay dos tipos de intervenciones por histerectomía

  • Total
  • Subtotal o supracervical
Histerectomía total: es la que se produce cuando hay una extirpación total del útero (cuerpo del útero y cuello uterino o cérvix). En este caso pueden llegar a extraerse los ovarios o no, dependiendo la patología que esté afectando a la paciente.
Histerectomía supracervical o subtotal: es aquella en la que se elimina únicamente el útero, pero se deja el cuello uterino.

Las operaciones por laparoscopia son mucho menos invasivas, pues apenas producen lesiones o dejan marcas en la piel y reducen el tiempo de recuperación en la paciente.
La histerectomía por laparoscopia es un tratamiento en el que se realizan pequeñas incisiones en el cuerpo de una mujer (entre 5 a 10 milímetros). A través de esa incisión se inserta una cámara de alta resolución con una luz, esta cámara ayuda al ginecólogo a ver todo el interior del útero. El sistema incorpora un mordelador, mediante el cual se retira el útero poco a poco.

La laparoscopia es un tratamiento que puede realizarse de forma supracervical, extrayendo solo el cuerpo uterino y la histerectomía total. En algunos casos incluso se pueden extraer los ovarios, dependiendo del problema.
Únicamente se recomienda extraer los ovarios en casos extremos, como por ejemplo, en caso de sufrir cáncer,endometriosis, fibromas uterinos o problemas de prolapso uterino.
En la toma de decisiones de la mujer, es importante saber que se puede hacer por cada una de las vías, por ello hay que ofrecer la mayor cantidad de información posible sobre el problema y las soluciones a disposición de la paciente.
La operación de histerectomía laparoscópica para la extirpación del útero permite llevarlo a cabo sin dejar cicatrices visibles en la paciente. Con esta técnica se puede tratar tanto crecimientos malignos como benignos, siendo su principal ventaja la reducción de la estancia hospitalaria a tan sólo 2 días y la reducción de los días de postoperatorio.




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